domingo, 12 de julio de 2009

Lisbeth


Ayer vino Lisbeth a verme, hacía tiempo que no me visitaba, la encontré tan hermosa como siempre pero algo triste. Tras saludarla con gran alegría, le pregunté a que se debía su tristeza, ella suspiró y mirando al suelo dijo: "Ha muerto mi esperanza". "¿Tu esperanza?, ¿tu esperanza en qué?", pregunté yo intrigado. "Mi esperanza en el hombre", dijo ella clavando sus pupilas verdes en las mias. En el hombre, en el hombre... Yo perdí mi esperanza en el hombre hace ya muchos siglos, pero Lisbeth es joven e ingenua, todavía tiene sueños y esperanzas, yo ya no tengo ni sueños ni mucho menos esperanzas.

Pero mi niña, mi dulce niña, el hombre no merece ni una sola de tus preciosas lágrimas. Déjalo olvidado en su mundo de guerras, intereses creados, de ambiciones y egoísmos, déjalo que siga su rumbo erratico, no merece la pena preocuparse por él, es así desde los comienzos y, mi dulce Lisbeth, no ha de cambiar.

"Pero yo tenía esperanzas, el hombre ya no es ese ser primitivo, su mente ha avanzado, ha hecho descubrimientos asombrosos en la medicina, la tecnologia, las telecomunicaciones...¿Por qué sigue matando Dragón?, ¿por qué sigue habiendo hambre en el mundo?, ¿por qué unos tienen tantísimo y otros no tienen nada, absolutamente nada?. Y no solo sufren ellos, la madre tierra es agredida día a día, eso me duele Dragón, ¿a tí no?". Me miraba enojada mientras me lanzaba ese "¿a tí no?", y me sorprendió descubrir que a mí ya no me dolía, me dolió sí, cuando era joven e inocente como ella, pero ahora, ahora soy viejo y ya pocas cosas me duelen, casi todo me resbala y no debiera ser así, pero yo creo que tengo cayos en el alma y en el corazón y eso hace que ya casi nada me duela. La miré con toda la ternura de la que soy capaz y le respondí: "Me duele verte así", ella esbozó una ligerísima sonrisa y me abrazó. Ese fué uno de los momentos más felices de mi vida.

miércoles, 8 de julio de 2009

Ha muerto un hombre bueno.






Nací el mismo día que él, mucho, mucho tiempo antes. No se si será por eso, pero siento un feeling especial hacia el, yo creo que era un hombre bueno. Sí, ha muerto un hombre bueno. Michael era inocente, extraño, distinto, estaba enfermo de alma y cuerpo, y no es fácil vivir así.


Dicen que no tuvo infancia, que fue maltratado por su padre, que no fue un niño feliz. ¿Quién puede serlo si no puede jugar? Para un niño el juego es como para cualquiera el aire que respira, ¿habéis visto alguna vez un niño que no juegue? Es de las cosas más tristes que hay. Michael no jugó, tenía que cantar, bailar, y hacerlo bien, y eso es duro. Pero lo consiguió, cantó y bailó y lo hizo bien, tan bien que se convirtió en el rey, en el rey del pop.



Le acusaron de pederasta, a él que adoraba los niños, a él que los necesitaba tanto para vivir con ellos lo que no había podido vivir cuando él mismo era niño. Le acusaron injustamente y solo después de su muerte reconocieron que lo habían hecho por dinero, ¡qué ruin!. Dormía con niños en su rancho de Neverland, ¿Qué hay de malo en eso?, tal vez invitara a varios niños amigos suyos a su habitación a ver la tele, tal vez comieran palomitas todos juntos, tal vez hicieran guerra de almohadas y luego agotados se quedaran dormidos. ¿Es esto un crimen?. Para mí no lo es, quizás estuviera buscando experimentar de nuevo su niñez, aquella que nunca tuvo, quizás fuera un Peter Pan más, ¿Quién sabe?



Lo cierto es que cantaba y bailaba como nadie, también vendía mas discos que nadie, y donó más dinero a obras benéficas que nadie, ¿Qué quieren que les diga señores y señoras?, para mi Michael Jackson fue un buen hombre.

sábado, 30 de mayo de 2009

Presentación.


He dado la vuelta al mundo incontables veces, he vivido mil vidas y no he vivido ninguna, nadie jamás me amó.¿ Quien amaría a un dragón? En fin, no tengo a nadie y a nadie pertenezco a no ser a mí mismo, pero, como he decidido contaros cosas, ciertas o no, y en alguna medida dejar parte de mi en lo que escriba, justo es que me presente. Soy un dragón de madera, un legendario dragón, de aspecto horrible como son los dragones, fiero en apariencia tan solo y por supuesto no de madera. Nací bajo ese signo y según la milenaria cultura china de eso soy, de madera.


A pesar de mi aspecto, no deseo espantaros, mas bien os doy la bienvenida y deseo disfrutéis leyendo mis escritos tanto como yo al redactarlos. Ya os adelanto que amo la fantasía, como no podría ser de otro modo, algunos piensan que soy un ser fantástico, no lo creáis. Lo cierto es que vivo en mi celda en la torre de mi castillo, en la cima de la montaña más alta del país más lejano. Adoro comentar lo incomentable, opinar y reflexionar (¡hay de mi si no lo hiciera!), pero ante todo disfruto relatando mil historias vividas e imaginadas.


Os saludo y os doy la bienvenida, os abrazaría incluso, pero me temo que no os iba a gustar.